Me llamo Núria Molina Amate. Nací el 28 de septiembre de 1975 en Barcelona. Lo hice con los pies por delante, lista para empezar a andar, a explorar, y hoy sigo pensado en la autenticidad de las palabras de Machado, “caminante no hay camino se hace camino al andar”. Y aquí estoy, caminando.
Pienso que somos lo que hacemos y hacemos según lo que somos. Creo que el ser está más allá de la acción. ¿Tiene sentido? No lo sé la verdad pero es lo único que siento cierto. Hay que llegar a ser el ser que somos. En este trayecto es importante apropiarse de los sentimientos y hacer uso de los valores como faros que guían e iluminan el camino. Tengo la certeza de que la vida es desvelar aquello que somos en potencia. No es una cuestión determinista sino más bien de lo contrario, del ejercicio de nuestra libertad para desvelar el misterio que es la vida y descubrir y compartir nuestros talentos, aquello que nos hace únicos. Para lograrlo hay que probar y probar y probar y probar…(y fallar) y escucharse en el silencio. Creo que esto es así tanto para las personas como para las organizaciones.
Hago de arteterapeuta, formadora, facilitadora de grupos de trabajo y conferenciante. Lo que más me apasiona y divierte es aprender y por ello me considero una “pensadora intrusa”. Todo aquello que voy aprendiendo a través de la experiencia lo uso como herramientas de mejora continua para acercarme a mí misma y a los demás. Al compartirlo siento que puedo dar parte de lo que recibo. Y además me divierto. A menudo estos intereses tienen que ver con la filosofía, los valores, el arte, la educación emocional, la creatividad, la innovación y, más recientemente, la neurociencia, la gamificación, la teoría del apego y la terapia familiar sistémica. Mi misión es potenciarlo todo en grupos humanos, en concreto, en la empresa. Lograr una innovación humanizadora en el entorno empresarial nos ayudará a impulsarnos en cada área de nuestra vida. Si hacemos números, en horas de vida, gran parte de nuestro tiempo nos encontramos trabajando.
Soy madre, y todo lo que hago lo que hago pensando en cultivar un mundo mejor para mis hijos donde puedan vivir y disfrutar en libertad, descubriéndose a cada paso y responsabilizándose del impacto y las consecuencias de sus acciones y omisiones. Hablo de mis hijos y, por extensión, de todas las generaciones presentes y futuras. Mi brújula es la creatividad como actitud y mi norte el Amor.
Siento que colaborando soy más feliz. Mis compañeros de camino han sido muchos, sin todos y cada uno de ellos sería una ignorante de mí misma. Todos, siempre, hemos compartido un común denominador: ayudar a que otros se ayuden a sí mismos para desvelar el ser que son. Esto cada uno lo hace a su manera y lo dice a su modo.
Para aquellos que necesitéis navegar por un currículum profesional os invito a ver el enlace en Linkedin.